Con toda seguridad, después de más de treinta años a pie de obra uno es con lo que se queda, con los amigos. Y más cuando, entre ellos, hay verdaderos maestros. Muchas gracias Manuel Rodríguez, Manuel Garrido, Juan Manuel López Chávez , Manolo Vicente y Luis Correa «O Caruncho». Extendimos el Camino sobre esa mesa, faltó pintarla de amarillo.